domingo, 13 de julio de 2008

Arte abstracto


Mi casa queda cerca de la estación simon bolivar y quería llegar a escuela militar, como casi nunca voy al parque arauco me perdí .Llegar a Tobalaba no fue dificil ,pero ya en la combinación todo se complicó.El suelo estaba lleno de lineas rojas, era verdadero arte abstracto.Comencé a caminar por una de las la lineas, el camino era extraño ,pensé que quisáz era un atajo.Caminé y caminé ,como un verdadero equilibrista,; De repente topé con un letrero : "Baño,exclusivo para personal autorizado ".Detrás mio oigo risas de niños.Avergonzado, terminé consultando a el guardia del metro como llegar.

jueves, 3 de julio de 2008

Fuegos Artificiales


De alguna forma todos lo sabían, la verdad es que me esforcé para no saberlo cada vez que mi mamá comenzaba a decirme: Paulita quizás este año nuevo sea… yo la callaba de inmediato. Es por eso que mi familia quiso estar junta para ese año nuevo. La Yasna obligó a Pablo, en ese tiempo su novio, hoy mi cuñado, a que dejara por una vez a su familia para poder apoyarla, en este día tan importante. Mi madre también lo sabía, desde las tres de la tarde el olor a carne acaramelada recorría todo el pasillo de mi departamento hasta llegar a la pieza de mi viejo, aunque estaban separados ese olor siempre le iba recordar los momentos especiales de sus treinta años de matrimonio. Para él este día iba a ser más importante que para todos nosotros.

Mis hermanos estaban citados a las ocho ,mi mamá siempre cita una hora antes porque sabe que llegan una ahora después .A las ocho y media llega Felipe con su esposa y detrás de el mi sobrino que llegó a dejar su mochila y se fue a jugar con los niños del edificio.

El Felipe se fue a ayudar a vestir a mi papá, su enfermedad ya estaba demasiado avanzada, la caro, mi cuñada, fue a ayudar a mi mamá en la cocina a preparar las 12 uvas, las maletas, la escoba y todo lo necesario para celebrar como corresponde un año nuevo.

Trato de recordar que estaba haciendo yo, creo que sólo observaba de algún lugar que estaba por sobre todo esto, algo así como un narrador omnisciente, creo que por un día en mi vida, me convertí en fantasma.

Como a las nueve y media llegaron mis dos hermanas mi abuela y Pablo, traían cornetas, serpentinas y gorros de colores. A las diez comenzó la cena comimos la carne acaramelada que preparo mi madre, un poco de maní, papas fritas y bebidas y como en mucho tiempo mi padre dejo de ser fantasma, como yo, y casi lo recordé como era antes alegre y bueno para hacer reír, poco quedaba de mi papá por eso digo que era fantasma, poco quedaba de mi en ese tiempo por eso yo también lo era.

Eran ya cinco minutos para las doce todos nos pusimos en nuestras posiciones, la Caro y yo estábamos preparadas con las maletas en la puerta de mi departamento, la Karina también con una maleta encima de una silla , mi mamá con la cuchara de lentejas en la mano, para la prosperidad, la Yasna y mi papá compartían la fuente con uvas, Maxito estaba amurrado en el sillón del living porque lo habían obligado a salir del departamento de su amigo de arriba en el quinto piso ,mi abuela dormía al lado de el y Pablo..no recuerdo ,debe haber estado hablando conmigo. Dieron las doce y mi familia entre que comían lentejas uvas, corrían por el pasillo con las maletas y subían y bajaban de la silla, con el otro brazo desocupado daban el abrazo y con la boca tocaban las cornetas que habían traído la Yasna.

Lo mejor de ese departamento era la ubicación privilegiada que teníamos para año nuevo, este año lo extrañé. El departamento quedaba en un cuarto piso a seis cuadras de la torre Entel, por lo que a las doce luego de las diversos ritos supersticiosos, nos fuimos a la pieza de mi papa donde se podían ver mejor los fuegos artificiales de la torre. Estos se veían inmensos y sobre nosotros, parecía que en cualquier momento podían aplastarnos. Siempre me han gustado los fuegos artificiales, los colores su enormidad, todo, pero lo que más me ha llamado la atención desde siempre es su sonido, es un sonido tan ensordecedor que cuando yo era chica pensaba que hasta Dios mismo debía oírlos y si pedía algún deseo este también podría escucharlo. Miré hacia mi lado y mi papá miraba los fuegos artificiales de la misma forma en que lo hacía mi sobrino, la imagen fue tan impactante para mí, ver ese cuerpo que estaba tan cansado y deteriorado mirar con ojos de niño el fucsia y el violeta de los fuegos artificiales, creo que le recordaban a los fuegos que se lanzan en Valparaiso ,su ciudad natal y tierra más querida . Observé hacia mi lado y mis hermanos, mi madre, todos estaban emocionados. Ya no servían los deseos a los fuegos artificiales, ni las frases que interrumpía para no escuchar lo inevitable, ya todos lo sabíamos ese iba a ser el último año nuevo con mi papá, en ese instante deje de ser fantasma y deje que cayera una lagrima de mis ojos.